Tras recibir el disparo, Selena recorrió 100 metros para pedir ayuda dejando bastante sangre en el camino.
El 31 de marzo de 1995, Selena Quintanilla Pérez fue asesinada en la habitación 158 de un motel en Corpus Christi, Texas. La cantante dejó un rastro de sangre desde su habitación hasta el vestíbulo donde se desplomó después de recibir un disparo en la espalda.
Selena corrió pidiendo ayuda desde un extremo del motel al otro, y las gotas de sangre en la entrada de la primera puerta que daba al vestíbulo del motel son evidencia de ello.
Al entrar en el vestíbulo, Selena informó a un empleado llamado Rubén de León que había sido herida por Yolanda Saldívar, quien se encontraba en la habitación 158.
Perdió bastante sangre
Algunos testigos indicaron que Selena corrió agarrándose el pecho con las manos, lo que se confirma por la foto del mango de la puerta del vestíbulo ensangrentado.
Según los informes, perdió tanta sangre que el paramédico Richard Fredrickson tuvo dificultades para identificar el color de la sudadera que llevaba puesta ese día.
Tras entrar al vesíbulo y mencionar el nombre de Yolanda, la famosa se desplomó en el suelo donde quedó en posición fetal sobre su costado izquierdo, minutos después llegaron los paramédicos al motel, y finalmente falleció en el hospital debido a su herida.
Este trágico incidente conmocionó al mundo y dejó un vacío en la industria de la música latina. La música de Selena sigue siendo un legado y una inspiración para muchas personas, y su muerte sigue siendo recordada como una de las pérdidas más trágicas en la historia de la música.