Una vez más, Thalia presumió ser un mujer bella por naturaleza, demostrando que "está perfecta".
La famosa mexicana ha demostrado en múltiples ocasiones ser reconocida por su gran talento en los escenarios, redes sociales y en la pantalla chica a la hora de cantar, bailar, actuar y hasta dibujar, pues recientemente sacó a la venta obras exclusivas como NFTs.
Además de eso, Thalía derrocha glamour y belleza por donde pasa, convirtiéndose en un referente de moda en estos ámbitos.
En esta ocasión, la actriz demostró que es hermosa, no solo basándose en opiniones, sino en pruebas contundentes que revelan que su rostro está perfectamente proporcionado.
Javier de la Rosa, artista de maquillaje, fue quien le aseguró a la cantante que cumplía al pie de la letra el estandar de las medidas áureas del rostro, que consisten en relacionar el tamañano de los ojos con el del resto de las secciones faciales.
"Aquí tenemos el tamaño del ojo, tiene que ser dos veces tus labios, un ojoes el tamaño de tu nariz, un ojo es el tamaño de tu mentón, los dos ojos es el tamaño de tu nariz (a lo largo)", explicó el maquillista profesional.
Medidas áureas
Las medidas áureas es la relación entre las matemáticas y la belleza, y se representa con la letra griega phi (φ).
Quien estandarizó esta proporción fue el escultor griego Fidias, quien se encargó de moldear rasgos simétricos con el fin de conseguir bellas figuras.
Estas proporciones cambian conforme la edad y el género del que se aplique, y de acuerdo con Fidias, el estandar perfecto de una mujer es tener un rostro simétrico, cabello castaño, ojos cafés y almendrados, la proporción de la anchura de la cara a la altura de los ojos en escala de 1, la línea de la mandíbula debería ser poco marcada con un mentón que abarque el 21% de la longitud del rostro, y finalmente, una nariz delgada y pequeña.
Por su parte, al igual que las mujeres, los hombres deberán tener el rostro simétrico, cabello castaño, ojos azul y ovalados, cara de la misma forma, y mandíbula lineal, y la nariz delgada y recta.
Cabe recordar que estas medidas fueron impuestas en Atenas alrededor del año 500 a. C.