Si algo tiene que quedar claro, es que no se trata de una elección de color al azar, pues tiene toda una historia de lucha detrás.
Hoy, en el Día Internacional de la Mujer, conmemoramos a las mujeres que han luchado incansablemente por sus derechos, su voz y su lugar en la historia. Pero, ¿alguna vez te has preguntado por qué el color morado ondea con orgullo en las manifestaciones feministas? ¿Qué misterios y significados se esconden tras este tono vibrante?
Para entender el simbolismo del morado, retrocedamos al Nueva York de principios del siglo XX. En ese entonces, las condiciones laborales de las mujeres eran desgarradoras. Las trabajadoras de la industria textil enfrentaban jornadas extenuantes, salarios miserables y ambientes insalubres. Fue en este contexto que se forjó la historia de las valientes mujeres que se atrevieron a alzar la voz.
El trágico incendio de la fábrica Triangle Shirtwaist en 1911 dejó una huella imborrable. Ciento cuarenta y seis trabajadoras, en su mayoría jóvenes inmigrantes, perdieron la vida debido a las deficientes condiciones de seguridad. El humo morado que se elevó desde aquel edificio en llamas se convirtió en un símbolo de la tragedia y la lucha por la justicia laboral. Las mujeres que perecieron en ese fatídico día se convirtieron en mártires, y su sacrificio resonó en las calles y corazones de todo el mundo.
Las teorías del morado en la lucha feminista
1. El morado real de las sufragistas
En el Reino Unido, las sufragistas de la Unión Social y Política de las Mujeres eligieron el morado como parte de su paleta de colores. Junto con el verde y el blanco, el morado representaba la lucha por el derecho al voto femenino. Emmeline Pethick-Lawrence, una de las pioneras del feminismo, explicó que el morado simbolizaba la sangre real que corría por las venas de cada luchadora por el derecho al voto. Además, representaba la conciencia de libertad y dignidad. El blanco simbolizaba la honradez, y el verde, la esperanza de un nuevo comienzo.
2. El morado de la resistencia
En las calles de Nueva York, el morado se asoció con la resistencia. Las mujeres que luchaban por mejores condiciones laborales y derechos civiles adoptaron este color como un grito de protesta. El botón de la industria textil, donde las trabajadoras eran encerradas para evitar robos y huelgas, se convirtió en un emblema de la lucha. El morado, con su tono intenso y enigmático, simbolizaba la determinación y la unidad.
Hoy, cuando vemos pancartas moradas ondeando en las manifestaciones, recordemos a las mujeres que han marcado la historia con su valentía. El morado es más que un color; es un recordatorio constante de que la lucha por la igualdad de género continúa. Así que, la próxima vez que veas un lazo morado o una bandera ondeando al viento, recuerda a las mujeres que han tejido la historia con hilos de valentía y esperanza.