Un postre que no puede faltar en tu recetario.
¿Hay algo más reconfortante que el aroma de galletas recién horneadas que se extiende por toda la casa? Las galletas son un regalo culinario que nos transporta a momentos de calidez y familiaridad. En esta receta, te invitamos a embarcarte en un viaje de sabores con nuestras Galletas Clásicas de Margarina.
Ingredientes
1 taza de margarina a temperatura ambiente
1 taza de azúcar granulada
2 cucharaditas de esencia de vainilla
2 huevos
3 tazas de harina de trigo
1 cucharadita de polvo de hornear
1/2 cucharadita de sal
Instrucciones
- Precalienta tu horno a 180°C (350°F) y coloca papel pergamino en las bandejas para hornear.
En un tazón grande, bate la margarina y el azúcar hasta obtener una mezcla suave y cremosa. - Agrega los huevos uno por uno, batiendo bien después de cada adición. Añade la esencia de vainilla y mezcla nuevamente.
- En otro tazón, tamiza la harina, el polvo de hornear y la sal. Incorpora gradualmente los ingredientes secos a la mezcla húmeda y mezcla hasta que la masa esté bien combinada. No mezcles en exceso, solo hasta que los ingredientes se incorporen.
- Si la masa está muy pegajosa, puedes refrigerarla durante 30 minutos para facilitar su manejo.
- Toma porciones de masa del tamaño de una cucharada y forma bolitas con las manos. Coloca las bolitas en las bandejas para hornear, dejando suficiente espacio entre ellas para que las galletas se expandan mientras se hornean.
- Con la ayuda de un tenedor, aplana ligeramente cada bolita de masa para darles la forma característica de las galletas.
- Hornea las galletas en el horno precalentado durante 10-12 minutos, o hasta que los bordes estén dorados. Las galletas seguirán cocinándose un poco después de sacarlas del horno debido al calor residual, así que no las hornees en exceso.
- Una vez listas, retira las galletas del horno y déjalas enfriar en las bandejas durante unos minutos antes de transferirlas a una rejilla para que se enfríen por completo.
- Una vez que las galletas estén completamente frías, puedes disfrutarlas. Guárdalas en un recipiente hermético para mantener su frescura.