Dile adiós a los olores en tus platos con este truco.
Mantener un hogar limpio y fresco es una tarea esencial, y en la cocina, donde se preparan deliciosas comidas pero también pueden acumularse olores no tan agradables, es aún más importante. Entre los elementos clave de limpieza en la cocina, las esponjas de cocina ocupan un lugar destacado. Son útiles pero, debido a su constante exposición a la humedad y los residuos de alimentos, pueden desarrollar olores desagradables y acumular gérmenes, por lo que desinfectarlas es una tarea que sí o sí se debe llevar acabo.
Se podría decir que las esponjas se convierten en un caldo de cultivo para bacterias y gérmenes debido a su entorno húmedo y los residuos de alimentos que acumulan. Al limpiar con una esponja sucia, en lugar de eliminar los gérmenes, podrías estar esparciéndolos por tus utensilios, platos y superficies de cocina. Además, con el tiempo, las esponjas pueden desarrollar olores desagradables que pueden transferirse a tus utensilios y platos, afectando la calidad de tu comida.
La frecuencia con la que debes desinfectar tus esponjas de cocina depende de cuánto las uses. En general, es una buena práctica desinfectarlas al menos una vez a la semana si las utilizas con regularidad. Si cocinas con menos frecuencia, puedes hacerlo cada dos semanas. Sin embargo, si notas que tu esponja comienza a oler mal antes de ese período, no dudes en desinfectarla antes.
Elimina olores y bacterias con este remedio
1. Mezcla bicarbonato y vinagre: En un recipiente, mezcla una cucharada de bicarbonato de sodio con una taza de vinagre blanco. Sumerge la esponja en esta solución y déjala en remojo durante al menos 15 minutos. Esta combinación ayuda a eliminar olores y desinfectar la esponja.
2. Agua caliente: Luego de sacar la esponja de la solución de bicarbonato y vinagre, enjuágala bien con agua caliente. El agua caliente ayuda a eliminar los residuos y el olor residual.
3. Rocíala con alcohol: Finalmente, rocía la esponja con alcohol isopropílico y déjala secar al aire en un lugar soleado. El alcohol es efectivo para matar bacterias y acelerar el proceso de secado.