Un momento icónico que perdurará en la memoria de los invitados.
En el Museo Rodin de París, Christian Dior rindió homenaje a las diosas griegas en el emocionante comienzo de la semana de la alta costura. El desfile presentó vestidos largos de lana blanca y capas a juego, con pliegues que evocaban las estatuas clásicas de la antigüedad.
Las prendas se caracterizaron por líneas limpias, verticales y tonos sutiles de blanco, negro, beige, dorado y plateado, con sandalias planas que añadieron un toque de autenticidad antigua.
Maria Grazia Chiuri, diseñadora de Dior, explicó que detrás de estas líneas limpias se esconde una complejidad notable. Su objetivo fue eliminar elementos como forros y revestimientos que suelen caracterizar los conjuntos de alta costura, siguiendo la filosofía del fundador de la casa, quien buscaba una "aparente simplicidad" similar a las estatuas antiguas.
Lo sobresaliente
Uno de los mayores desafíos fue aligerar la estructura de las prendas sin perder su forma. Chiuri introdujo variaciones en la icónica silueta del New Look de Christian Dior, incluyendo versiones más ligeras y cómodas de la chaqueta ajustada "Bar" e incluso una hecha de tejido brocado elástico, que permite moverse con facilidad, como en la ropa deportiva.
La decoración del desfile, a cargo de la artista italiana Marta Roberti, contribuyó al ambiente con sus animales, diosas y paisajes salvajes, sumergiendo al público en la experiencia.
A diferencia de la mayoría de los conjuntos de alta costura, que suelen ser piezas únicas y personalizadas para ocasiones especiales, esta nueva colección de Dior presentó elementos separados que podían mezclarse y combinarse.
Maria Grazia Chiuri explicó que esta colección no estaba pensada para la alfombra roja, sino más bien para la persona que las viste. No seguía un camino predefinido en la alta costura, ofreciendo una propuesta más personal y versátil.