Te decimos cómo llevarla y lucirla durante las próximas temporadas.
La falda lápiz, también conocida también como falda de tubo, es una prenda icónica que ha perdurado a lo largo de la historia de la moda. Su silueta ceñida a la figura se remonta a una curiosa anécdota de 1908, cuando una mujer ató una cuerda a sus tobillos para evitar que su falda se enredara en la maquinaria del avión. Desde entonces, esta prenda se ha convertido en un ícono de la moda, siendo adoptada por diseñadores y llegando a ser popularizada por Dior en 1954.
Hoy en día, la falda de tubo ha evolucionado y se ha adaptado para ser versátil en distintos contextos. Su diseño se ha modernizado con el uso de diversos materiales y formas menos restrictivas. Ahora, se puede encontrar en tejidos de punto o elásticos, lo que la convierte en una prenda casual para el uso diario.
A pesar de su versatilidad, las pasarelas de los diseñadores para AW23 han colocado a la falda de tubo en el centro de atención de la ropa formal. Sin embargo, han presentado este estilo en un formato actualizado que se entrelaza perfectamente con entornos más informales, como el ambiente de oficina.
¿Cómo llevarla?
La falda lápiz es perfecta para un look de oficina cuando se combina con camisas abotonadas ajustadas y blazers a juego, lo que le da un toque elegante y profesional. Pero para darle un toque moderno y casual, se puede llevar con chalecos de punto o cortes extragrandes, atrayendo a la generación más joven.
Para el uso diario, se pueden combinar elementos informales como camisetas estampadas y zapatillas de deporte.
Con su rica historia y su adaptabilidad a los tiempos actuales, la falda de tubo es una prenda que ha resistido el paso del tiempo y continúa siendo un referente en la moda. Su estilo actualizado la presenta en una nueva forma para las generaciones más jóvenes, llevando consigo la esencia clásica y el toque moderno que la hace única en cualquier ocasión.