Destacaron los trajes en tonos negro y blanco, así como los "vestidos alterados" con dobladillos cortos y hombros prominentes.
Marc Jacobs sorprendió al mundo de la moda con una impactante presentación de su última colección en el atrio de mármol de la Biblioteca Pública de Nueva York, justo después del fin de semana del Orgullo Gay. El desfile, que inició puntualmente a las 7:30 p.m., capturó la esencia de la atención digital actual al adaptarse a los períodos de atención más cortos de la audiencia.
La colección reflejó el estilo clásico de Marc Jacobs, combinando elementos femeninos, sexys y punk en una fusión sorprendente. Las modelos cisgénero lucieron peinados rubios audaces, minifaldas y looks ajustados mientras desfilaban con rapidez y energía por la pasarela.
Destacaron cinco llamativos trajes en tonos negro y blanco, que fusionaron la sastrería masculina con la elegancia femenina. Estos diseños presentaban detalles como cinturas ceñidas, hombros extragrandes y drapeados refinados, agregando un toque femenino y distintivo.
La apuesta de Jacobs
La mayoría de la colección se basó en los "vestidos alterados", con dobladillos que rozaban los muslos, hombros prominentes y modernos drapeados. Estos vestidos desafiaron los convencionalismos de los vestidos de fiesta y evocaron la actitud punk de Courtney Love y el estilo icónico de Molly Ringwald en "Pretty in Pink". Sin duda, estos atuendos cautivarán a las It Girls de hoy, independientemente de sus inclinaciones musicales.
Los looks se complementaron con medias negras sin pies, calcetines tobilleros blancos y bailarinas, evocando la estética de Edie Sedgwick y rindiendo homenaje a la vibrante escena musical underground de Nueva York de décadas pasadas.
En cuanto a los materiales utilizados, no se empleó piel real ni falsa en la colección, ya que Marc Jacobs se ha distinguido por evitar el uso de pieles en sus diseños. A pesar de esto, algunos manifestantes de Peta interrumpieron el espectáculo con críticas mal dirigidas hacia el diseñador y la industria en general, causando cierto malestar entre los invitados.
La muestra, que tuvo lugar exclusivamente en Bergdorf Goodmen, fue un deleite para los asistentes, quienes tuvieron la suerte de presenciarla. Coincidió con un concierto de Tears for Fears cerca del Madison Square Garden, lo que brindó una oportunidad única para aquellos que tenían reservas dobles para la noche.
Tanto Marc Jacobs como la banda Tears for Fears comparten una trayectoria creativa similar, siendo contemporáneos en sus respectivos campos. El diseñador presentó una propuesta clásica con un toque contemporáneo, mientras que el dúo musical ofreció un concierto que combinó éxitos pasados con nuevas canciones. Ambos demostraron su evolución constante en sus respectivas disciplinas.
Aunque el desfile fue rápido y terminó con una reverencia superficial por parte de Jacobs, muchos desearían haber disfrutado del momento por más tiempo. Sin embargo, fue un evento memorable que resaltó una vez más la visión audaz y vanguardista de Marc Jacobs en el mundo de la moda.