El diseñador puso lo mejor de dos mundos en su presentación, ''el lujo y la elegante elegancia de la vida en la ciudad''.
Colores fríos pero brillantes, más una ola de neutros, fue la temática principal de lo que fue la pasarela de Mcihael Kors para la próxima temporada de primavera/verano.
La marca inauguró el último día de desfiles en la Semana de la Moda de Nueva York el miércoles, y el mensaje clave es la elegancia.
Ropa deportiva para la próxima primavera con un gran cociente de glamour. Al fin y al cabo, se trata de Kors, cuya idea clave fue una serie de vestidos esculturales perfectamente cortados en ingeniosas combinaciones de jersey, lentejuelas, cachemir y malla.
Lo sobresaliente
La colección estuvo compuesta por una paleta de colores atrevidos, centrada en los dos colores sorpresa de la temporada de Nueva York: el rojo y el dorado.
Pero, sobre todo, uno admiraba un grupo de vestidos de noche recortados que, para los veteranos del público. Kors, al igual de Tom Ford, se decantó por los colores metálicos, al menos en faldas y vestidos de noche.
La casa de moda ofreció recortes de atuendos con bravura y agregando elementos deportivos, como grilletes de alpinista, y flecos extendidos. Se concentró en formas fluidas y sastrería poderosa como el look de apertura, un blazer de corte elegante con una falda recortada a juego: alegre, elegante y genial.
“Resort urbano”, comentó Kors, quien saludó a un regimiento de fanáticos después del espectáculo para sesiones fotográficas ataviados con su característico blazer negro, gafas de sol y bronceado.