¡Evita conflictos y mantén la paz!
Enfrentarse a una discusión puede ser un desafío, especialmente cuando la otra persona no está dispuesta a buscar la paz hasta resolver el problema. Es por eso que los expertos en relaciones personales ofrecen una variedad de consejos para evitar conflictos. En este artículo, nos enfocaremos en las técnicas recomendadas por el especialista en desarrollo social, Bernardo Stamateas, para terminar cualquier discusión de manera efectiva.
Es importante destacar que evitar peleas no implica evadir los problemas, simplemente se brinda la oportunidad a los participantes del debate de replantear sus argumentos y evitar comentarios hirientes que puedan dañar la relación.
Cuatro técnicas para terminar una pelea:
Ignorar o no decir nada: En ocasiones, la mejor respuesta es no responder. Evitar entrar en el juego de la discusión y mantener la calma puede ser una estrategia efectiva. Si la otra persona busca provocar una reacción emocional, al no decir nada se le quita poder a sus palabras y se puede evitar que la discusión escale.
Posponerlo sin evitarlo: En lugar de evitar el problema, se puede posponer la discusión para un momento más adecuado. Establecer un espacio y tiempo específico para abordar el tema permite a ambas partes calmarse, reflexionar y prepararse para una conversación más constructiva. Es importante asegurarse de que el posponer la discusión no se convierta en una forma de evadir el problema, sino en una oportunidad para abordarlo con mayor claridad y objetividad.
Cambiar el escenario: La persona que inicia la pelea a menudo tiene un escenario preparado para confrontarte. Una estrategia recomendada por Stamateas es cambiar las circunstancias establecidas por la otra persona. Por ejemplo, si te busca en persona, puedes sugerir tener la conversación por mensaje de texto o viceversa. Este cambio puede alterar el tono de la discusión y brindar un espacio más neutral para el diálogo.
Disco rayado: Esta técnica consiste en repetir de manera calmada y firme nuestro argumento principal sin caer en provocaciones o desviaciones del tema central. Al mantenernos enfocados en nuestro punto de vista y no permitir que la discusión se desvíe hacia otros aspectos, podemos evitar que la situación se vuelva más tensa y propiciar un ambiente propicio para la resolución del conflicto.