La honestidad es un paso muy importante.
El sexo en la relación es como el pegamento que mantiene dicha conexión, si bien estamos concientes de que no lo es todo, no debemos negar que sí es una parte fundamental en una pareja.
A menudo, en una relación, una persona parece ser designada como iniciadora sexual, ya sea por tradición, cultura, género o quizás porque la forma preferida de esa pareja de buscar atención es a través del contacto, el afecto y el sexo.
Cuando una persona toma la iniciativa en el acto amoroso de la pareja, soporta la peor parte del rechazo íntimo con más frecuencia. Iniciar el sexo requiere tal riesgo y revelación de uno mismo en una necesidad primitiva, que tener una oferta sexual desatendida o rechazada puede ser especialmente doloroso. Las investigaciones muestran que una respuesta positiva contribuye en gran medida a un matrimonio feliz y que una respuesta crítica o ausente puede causar un daño grave a la relación.
Toda pareja que inicia el sexo espera una reacción receptiva y excitada de su amante. Pero a veces la oferta no llega en el momento adecuado o no es bienvenida dado el estado mental de una persona o el estado de la relación. Afortunadamente, siempre que seamos honestos, vulnerables y directos, podemos rechazar la oferta sin dañar nuestro vínculo emocional.
¿Cómo hacerlo saber sin herir?
No hay mejor manera que hacerlo con plena honestidad. Si estás cansada, agetriada o simplemente no estás de humor, hazle saber la emoción o el sentimiento que estás sintiendo en el momento, incluso puedes agregar que tal vez después de recostarte un rato o dormir podrías estar de mejor humor.
Ya sea si quieres dormir, ducharte o simplemente no tengas tiempo debido a otras responsabilidades que tienes en el momento, habla sin rodeos pero asegurate de hacerle saber que no se trata de él sino de situaciones o emociones propias que te lo impiden de momento.