Parejas señalan que su relación mejoró después de realizar este pequeño cambio a la hora de dormir.
Conforme una relación avanza se vuelven más cercanos e íntimos, lo que a su vez provoca que mucho incluso formen parte fundamental de la vida del otro. No obstante, no todos los actos que ésto conlleva son del todo cómodos.
Según información de una investigación, se ha encontrado que compartir una cosa en particular puede llevar a las personas a cuestionar su relación.
Compartir la cama
Alrededor del 44 por ciento de las parejas dicen que compartir una cama les hizo cuestionar su relación.
Una vez que empiezas a convivir, se supone más o menos que las parejas que viven juntas también dormirán en el mismo lugar. Pero según nuevos datos, compartir la cama puede ser una fuente importante de estrés en una relación que puede poner a prueba su fortaleza.
En una encuesta reciente, la empresa de colchones Naturepedic preguntó a 800 personas sobre sus hábitos de sueño. De los participantes, 400 dijeron que estaban en una relación saludable a largo plazo con una pareja con la que ya no compartían la cama, mientras que los otros 400 dijeron que todavía compartían la cama con su pareja a largo plazo. Los resultados encontraron que el 44 por ciento de las personas que todavía compartían la cama con su pareja cuestionaron su relación debido a su forma de dormir.
"Aunque hay beneficios en dormir juntos, el sueño problemático o los molestos hábitos de cama de uno de los miembros de la pareja pueden afectar al otro y aumentar la producción de la hormona del estrés cortisol, lo que genera problemas que afectan a la pareja como un todo", dijo Mary Jo Rapini a The New York Times, especialista en relaciones e intimidad. psicoterapeuta con sede en Houston que no participó en la encuesta.
Los participantes mencionaron problemas con el colecho que incluían ronquidos y diferentes horarios de sueño.
Dormir separados no es tan malo
Para muchos en relaciones felices, puede ser difícil incluso considerar la idea de mover la almohada y la manta a una habitación separada de la de su pareja. Pero según la encuesta, configurar tu propio lugar para dormir puede tener algunos beneficios importantes. Cuando se les preguntó cómo cambió su estado de ánimo después de dejar de compartir la cama con su pareja, el 59 por ciento dijo sentirse menos estresado en comparación con su forma de dormir anterior.
Pero no fue solo su perspectiva general lo que mejoró una vez que hicieron un cambio. Los participantes que describieron su relación como "increíble" vieron un aumento del 19 al 26 por ciento antes y después de que decidieran dejar de compartir la cama con su pareja, lo que supuso un aumento del 37 por ciento.