No importa cómo lo hagas, el primer año suele ser el más díficil.
A pesar de los cambios sociales y el aumento de parejas que viven juntas antes de casarse, el primer año de matrimonio sigue siendo un desafío para muchas parejas.
La vida moderna ha agregado nuevas complicaciones, como combinar finanzas, equilibrar carreras y lidiar con compromisos familiares compartidos.
La presión de la "perfección" en las redes sociales también puede hacer que sea tabú hablar sobre los problemas en el matrimonio. Sin embargo, es esencial reconocer que el primer año de matrimonio puede ser difícil y que es normal enfrentar altibajos durante este período de ajuste.
¿Por qué pasa esto?
La terapeuta de relaciones, Aimee Hartstein, señala varias razones por las cuales el primer año de matrimonio puede ser especialmente desafiante. La tensión previa a la boda y el posible anticlímax después del gran día pueden afectar la transición a la vida matrimonial. Además, el matrimonio en sí implica un mayor compromiso y una sensación de "todo o nada", lo que puede intensificar las emociones y las luchas cotidianas. A nivel práctico, los aspectos financieros y administrativos también pueden agregar presión a la nueva vida matrimonial.
A pesar de estos desafíos, los expertos enfatizan que el primer año no tiene que ser un desastre. Es esencial mantener una perspectiva adecuada y no culpar al matrimonio por todos los problemas. La comunicación abierta con la pareja es clave, así como desahogarse con amigos si es necesario. La buena noticia es que, a medida que las parejas se establecen y se adaptan al matrimonio, la mayoría encuentra que los años siguientes son más fáciles y menos agitados.
Si bien el primer año de matrimonio puede ser complicado, no dura para siempre, y con paciencia y comprensión, las parejas pueden superar esta etapa de ajuste y disfrutar de una vida matrimonial más estable y feliz.