Las personas deben ser conscientes de que la pérdida de peso puede cambiar una relación para bien o para mal, señala estudio.
Perder peso generalmente es beneficioso para la salud humana, pero cuando uno de los miembros de una relación romántica pierde peso, no siempre tiene un efecto positivo en la relación. De acuerdo con una nueva investigación de la Universidad Estatal de Carolina del Norte y la Universidad de Texas en Austin, puede haber un "lado oscuro" en la pérdida de peso, si ambos socios no están de acuerdo con la promulgación de cambios saludables.
"Las personas deben ser conscientes de que la pérdida de peso puede cambiar una relación para bien o para mal, y que la comunicación juega un papel importante en el mantenimiento de una relación saludable", dice la Dra. Lynsey Romo, profesora asistente de comunicación en NC State y autora principal de un artículo sobre la investigación.
Para el estudio, los investigadores encuestaron a 21 parejas (42 adultos) de todo el país. Un compañero de cada pareja había perdido 30 libras o más en menos de dos años, con una pérdida de peso promedio de alrededor de 60 libras. Las razones de la pérdida de peso iban desde cambios en la dieta y el ejercicio hasta procedimientos médicos. Los cuestionarios preguntaron a cada miembro de la pareja sobre el impacto de la pérdida de peso en su relación.
El estudio
Los investigadores encontraron que, después de la pérdida de peso, la comunicación de las parejas generalmente cambió para bien. La pareja que perdió peso tenía más probabilidades de hablar sobre comportamientos saludables e inspirar a su pareja a mantener o adoptar un estilo de vida saludable. Las parejas en las que ambos eran receptivos a estos cambios saludables informaron interacciones más positivas y una mayor intimidad física y emocional.
Sin embargo, en algunos casos, la pérdida de peso resultó en una comunicación negativa. Algunas parejas que perdieron peso insistieron a su pareja para que siguiera su ejemplo, lo que provocó tensión en la relación. Otras parejas que no habían perdido peso informaron sentirse amenazadas e inseguras por la pérdida de peso de su pareja. Estos participantes se resistían al cambio en sus relaciones. Hacían comentarios críticos hacia su pareja, estaban menos interesados en el sexo o intentaban sabotear a su pareja con alimentos poco saludables para descarrilar los esfuerzos de su pareja y evitar que la pareja y la relación cambiaran.
"Este estudio encontró que el cambio de estilo de vida de una pareja influyó en la dinámica de la interacción de las parejas en una variedad de formas positivas o negativas, inclinando la balanza de las relaciones románticas en una dirección potencialmente ascendente o descendente", dice Romo. "Cuando ambos miembros de la pareja aceptaron la idea de cambios saludables y se apoyaron mutuamente, la pérdida de peso pareció acercar a las personas. Cuando otras personas importantes se resistieron a los cambios saludables y no apoyaron la pérdida de peso de su pareja, la relación sufrió.
"Este estudio no debería disuadir a nadie de perder el exceso de peso, pero debería animar a las personas a ser conscientes de los posibles pros y contras de la pérdida de peso en su relación", añade Romo. "Es realmente importante que la pareja de alguien que intenta perder peso apoye a su pareja sin sentirse amenazada por los cambios en su salud. Este enfoque ayudará a las personas a perder peso sin poner en peligro la calidad de su relación".