Existe más que complicidad dentro de una amistad.
Podrías tener más en común con tu mejor amiga de lo que piensas, al menos así lo señaló un estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, donde se reveló que los amigos son genéticamente parecidos.
En la investigación se estudió a 5.000 parejas de amigos adolescentes. El seguimiento comenzó cuando los individuos estaban en el primer curso de educación secundaria (1994-1995) y se prolongó durante 12 años, tiempo en el que se realizó numerosas comparaciones genéticas.
El proyecto, realizado por las universidades de Stanford, Duke y Wisconsin–Madison, terminó por concluir que lo amigos son más parecidos genéticamente que las parejas que fueron elegidas aleatoriamente, y casi 2/3 tan similares como las parejas casadas.
Benajemin Dominge, profesor en Stanford y uno de los autores del estudio, comentó que la similitud es lo suficientemente fuerte para ser detectada, pero sin llegar al nivel de la que se presenta entre los hermanos.
Según la investigación, el efecto puede estar ligado al concepto ‘homofilia social’, que sostiene que los individuos forjan vínculos basándose en las características compartidas, muchas de las cuales pueden ser rastreadas a través de la genética.
Pero hay otro segundo fenómeno que juega un papel importante. Se trata de la estructuración social, o la idea de que la gente se siente atraída por otros en su mismo entorno social. Por ejemplo, algunos rasgos medidos socialmente, como los logros educativos o la masa corporal, son particularmente parecidos entre amigos, mientras que aquellos que son más interpersonales, como la altura, coinciden en una medida mucho menor, según el estudio.