¿Insatisfacción en la relación o simplemente problema de conducta?
Según Psicología-Online, existen diversos factores que llevan a una persona a querer ejercer el coqueteo o flirteo con otra persona, teniendo o no pareja establecida.
Para comenzar, debemos dejar en claro que el coqueteo se define como una forma de llamar la atención de alguien, ya sea de forma romántica, sexual o amistosa. Durante este proceso, la persona emplea una serie de expresiones verbales y corporales, tanto conscientes como inconscientes, para sugerir o insinuar interés hacia la otra persona.
El enamoramiento se basa en conductas observables y empieza con la atracción física, que luego pasa a la atracción personal. Durante esta etapa, la persona se inunda de emociones intensas y deseos fuertes de permanecer junto a la persona amada. Por lo tanto, lo más común es que una persona enamorada no se fije en otra.
El coqueteo no solo viene acompañado de una acción consciente o inconsciente, sino también por una serie de reacciones bioquímicas que desatan efectos físicos observables y palpables. Estos pueden incluir la ruborización, la sudoración, la erección del pene en los hombres y la lubricación vaginal en las mujeres, entre otros.
¿Por qué mi pareja coquetea con otras personas?
Existen varias razones para ello. El coqueteo puede ser una forma de llamar la atención de alguien y establecer una conexión social, ya sea con el objetivo de tener una relación romántica o simplemente para sentir un interés sexual.
En una relación de pareja, también puede haber factores que lleven a una persona a coquetear con otras personas. Por ejemplo, la insatisfacción emocional, personal o sexual dentro de la relación puede impulsar a alguien a buscar algo nuevo y excitante en otra persona. También puede ser que se sientan atraídos por la novedad y el riesgo de alguien que parece inestable.
Además, los problemas de pareja, como la falta de comunicación, la sensación de no sentirse valorado o deseado, pueden llevar a alguien a buscar atención y gratificación en otra persona. Y en nuestra cultura de inmediatez, donde lo que importa es la satisfacción casi instantánea de nuestras necesidades, puede ser difícil mantener una relación comprometida y estable en el largo plazo.