Tener alguien con quien platicar y reír además reduce el estrés que el empleo pueda generar, lo que resulta muy beneficiador tanto para el trabajador como para la empresa.
Tener una buena amistad en el trabajo podría ser más beneficios de lo que realmente se cree pues, lejos de restarte atención, incrementa tu productividad.
Un estudio de LinkedIn elaborado en 2014 indica que el 46% de los empleados que tienen amigos en el trabajo se sienten más felices, una cifra que sube hasta el 57% en el caso de los trabajadores más jóvenes, entre 18 y 24 años.
Los expertos aseguran que si con las personas que forman parte de nuestro entorno laboral nos une también una relación de amistad, esto redunda en beneficio de las tareas que realizamos y resulta positivo para la empresa, aunque, a veces, también se pueden producir algunas disfunciones.
Por ejemplo: Una amistad con un jefe pone en peligro tanto el vínculo como el puesto de trabajo y la credibilidad en la oficina. El deseo de ascender puede destruir las relaciones más estrechas.
Según la investigación, el 68% de los nacidos a partir de 1980 sacrificaría una amistad por un ascenso.
La socióloga Jan Yager, autora de varios libros sobre el tema, advierte de que los colegas de trabajo son muy distintos a los amigos de fuera.
"Un trabajo es la base de la estabilidad financiera de una persona. Tienes más que perder a la hora de decidir entre un amigo y tu fuente de ingresos", explica.