Conoce las posibles causas de la lengua agrietada y cuándo es necesario buscar atención médica para un diagnóstico adecuado.
Tu boca es una parte fundamental de tu cuerpo, y cualquier alteración en ella puede generar preocupación. Una de estas alteraciones es la lengua agrietada, una condición en la que aparecen grietas o fisuras en la superficie de la lengua.
Aunque en la mayoría de los casos no es motivo de alarma, es importante conocer las posibles razones detrás de este síntoma y saber cuándo es necesario acudir a un profesional médico para obtener un diagnóstico adecuado.
Esta condición puede ser causada por diversos factores, desde condiciones benignas hasta problemas de salud más serios. Por eso, es esencial prestar atención a los síntomas y buscar la opinión de un profesional médico.
¿Cuáles son las causas de la lengua agrietada?
Genética
La lengua agrietada puede tener diferentes causas. En algunos casos, puede ser hereditaria, lo que significa que existe una predisposición genética a desarrollar este síntoma.
Por lesiones
También puede ser resultado de irritaciones o lesiones en la boca, como morderse la lengua repetidamente o consumir alimentos duros o calientes.
Infecciones u hongos
La sequedad bucal crónica, las infecciones fúngicas y algunas enfermedades, como el síndrome de Sjögren, también pueden contribuir a la aparición de grietas en la lengua.
Es importante recordar que cada persona es única y que los síntomas pueden variar de un individuo a otro. Si tienes la lengua agrietada, es fundamental prestar atención a otros síntomas asociados que puedan indicar la presencia de un problema subyacente más grave.
¿Cuándo acudir al médico?
Si experimentas dolor intenso, dificultad para comer o hablar, sangrado o signos de infección, como enrojecimiento o inflamación, es especialmente importante buscar atención médica. Un médico o dentista especializado en salud bucal podrá evaluar tu situación de manera individualizada, realizar un examen exhaustivo y brindarte el mejor diagnóstico y tratamiento adecuado.
En muchos casos, la lengua agrietada no es motivo de preocupación y puede mejorar con medidas simples de cuidado bucal, como mantener una buena higiene oral, beber suficiente agua para evitar la sequedad bucal y evitar alimentos o hábitos que puedan irritar la lengua.