¿Cómo puede lograrse?
Parece ser que no se necesita de una segunda persona o de la masturbación para llegar al orgasmo, al menos así lo señala un nuevo estudio de caso.
Si bien muchos orgasmos femeninos se logran al tocar las zonas erógenas, hay otra ruta hacia el éxtasis que a menudo se pasa por alto.
Cuando dormimos, por ejemplo, nuestro cerebro puede llevarnos al orgasmo a través de nuestros sueños, y algunas personas dicen que pueden alcanzar el clímax simplemente fantaseando mientras están despiertos. Los orgasmos fantasma también se informan comúnmente entre hombres y mujeres parapléjicos.
Se logra con práctica
Como era de esperarse, dicha función es posible siempre y cuando se practique. Estudios anteriores han demostrado que el yoga y la meditación tántrica pueden mejorar la excitación sexual, el deseo y el orgasmo alestar enfocado en la mente y el cuerpo.
Para llegar a dicha conclusión se estudió a una mujer que, después de una década de práctica de yoga tántrico, demostró que no solo podía alcanzar el orgasmo cuando quisiera y solo con su mente.
Por si eso fuera poco también podía controlar la duración del estado de felicidad por hasta 10 minutos.
Sus habilidades fueron puestas a prueba recientemente. Durante un experimento, se le pidió a la mujer que se acostara en una mesa de examen y participara en 10 minutos de orgasmo continuo, 5 minutos de orgasmo continuo o, como control, 10 minutos de lectura de un libro. Los orgasmos se lograron a través del autotoque o de su mente.
Los investigadores pudieron decir objetivamente que la mujer estaba teniendo un orgasmo debido a un marcador en su sangre conocido como prolactina. La prolactina es una hormona producida por la glándula pituitaria en el cerebro, que se eleva fielmente en el torrente sanguíneo después del orgasmo. La magnitud de este pico también coincide con la cantidad de placer que siente la persona.
El estudio de caso es ciertamente inusual, aunque no tiene precedentes. Los investigadores han estado estudiando a las personas que pueden llegar al orgasmo solo con el pensamiento durante décadas, y es probable que sea algo que se pueda aprender, aunque las mujeres suelen tener más éxito en sus intentos.
En tanto, dicha investigación de caso debería ofrecer esperanza a las personas con vaginismo u otras que no pueden o no desean participar en sexo con penetración. Con el entrenamiento cerebral adecuado, el placer sexual no tiene por qué ser penetrante o doloroso. Puede que ni siquiera tengas que mover un músculo.