Las mujeres en especial pueden ser las más afectadas, emocional y mentalmente, dentro de un matrimonio infeliz.
Llevarte bien con tu esposo o esposa podría ser la clave para un buen estado de salud, especialmente cuando del corazon se trata, al menos así lo han señalado los hallazgos.
Un matrimonio feliz ayuda a los pacientes con infarto a recuperarse más rápido, según un estudio.
Los cónyuges con parejas amorosas y solidarias corren menos riesgo de ser readmitidos en el hospital o de sufrir dolores en el pecho. Por el contrario, una unión estresante está relacionada con una recuperación más lenta, según los investigadores de la Universidad de Yale.
Se descubrió que el problema afecta a las mujeres en particular porque es más probable que reporten un estrés marital severo que los hombres.
Estudios anteriores encontraron que el estrés psicológico y social puede conducir a una peor recuperación de la enfermedad cardíaca, pero hasta ahora se desconocía el impacto del estrés romántico.
Los resultados del estudio refinan la comprensión actual de que estar casado o en pareja está relacionado con un mejor pronóstico de salud y enfermedades del corazón.
Después de descubrir que el estrés tiene un impacto negativo en la recuperación de la enfermedad cardíaca, el autor principal del estudio, el Dr. Cenjing Zhu de la Escuela de Salud Pública de Yale, dijo que se necesitaban más recursos para reducir los niveles de estrés de las personas.
"Los profesionales de la atención de la salud deben ser conscientes de los factores personales que pueden contribuir a la recuperación cardíaca y enfocarse en guiar a los pacientes hacia los recursos que los ayuden a controlar y reducir sus niveles de estrés", mencionó el Dr. Cenjing Zhu.
Más de dos tercios eran mujeres
Para evaluar el nivel de estrés conyugal un mes después de su infarto, los participantes respondieron un cuestionario de 17 ítems que incluía la calidad de la relación emocional y sexual con su cónyuge o pareja.
Como resultado de sus respuestas, se clasificaron en tres grupos: estrés marital ausente o leve, estrés marital moderado o estrés marital severo.
La Dra. Zhu y su equipo dieron seguimiento a los participantes hasta por un año y usaron una escala para medir cómo la salud física de los participantes podría limitar sus actividades diarias, como el dolor corporal o la salud percibida.
Los niveles de estrés y la salud física y mental también fueron autoinformados. La investigación se presentará en las sesiones científicas de la American Heart Association a finales de esta semana.