Si creías que no podrían relacionarse, esto es lo que tienes que saber.
Hoy en día, gracias a la divulgación de conocimiento tanto en redes sociales como en la web en general, podemos ser capaces de identificar diversas conductas, trastornos, enfermedades y otras cosas que pueden afectarnos en nuestro día a día, tal como ha ocurrido con la ansiedad, que a pesar de que por algunas personas se tome con sentido del humor, para otros es posible que sea un caso que atañe la cotidianidad.
Aunque existen distintos tipos de ansiedad, esta condición se puede describir, según el portal especialista en psiquiatría, Mente A Mente, como “un estado emocional no placentero que se acompaña de nerviosismo y una sensación de desasosiego", tratándose de una respuesta natural del cuerpo ante situaciones de peligro o estrés, pero cuando se convierte en un trastorno, puede afectar a varios aspectos de nuestra vida, incluyendo la sexualidad.
Ansiedad y vida sexual
En el caso de las mujeres, la ansiedad puede tener un impacto significativo en el deseo sexual, así como en su respuesta y satisfacción de la misma.
La ansiedad puede tener diferentes efectos en el deseo sexual de las mujeres. En algunos casos, puede provocar una disminución del mismo o incluso una falta de interés en el sexo. Sin embargo, también es capaz de aumentarlo, pero dificulta la capacidad de disfrutar de la actividad sexual.
De acuerdo con un estudio publicado en la Revista de la Asociación Médica de México encontró que las mujeres con trastornos de ansiedad tienen más probabilidades de experimentar problemas sexuales, como dificultad para alcanzar el orgasmo y disminución del deseo sexual. Esto se debe en parte a que la ansiedad puede causar tensión muscular, lo que puede interferir con la respuesta sexual.
“Las mujeres con trastornos de ansiedad tienen más probabilidades de experimentar problemas sexuales, como dificultad para alcanzar el orgasmo y disminución del deseo sexual”, señala el artículo.
Además, también puede incluso afectar el nivel de hormonas sexuales en el cuerpo, como la testosterona, que juega un papel importante en el apetito sexual, ya que los niveles bajos de ésta pueden disminuir el deseo y la capacidad de experimentar placer sexual.
La ansiedad también puede afectar negativamente la autoestima y la confianza de una mujer en su vida sexual. La preocupación excesiva sobre el rendimiento sexual o la apariencia física durante el acto sexual puede interferir con la capacidad de disfrutar del sexo y aumentar la ansiedad en el futuro.
Por otro lado, la ansiedad también puede manifestarse como hipersexualidad, lo que significa un aumento excesivo del deseo sexual y una necesidad constante de actividad sexual, lo que puede ser considerado como una forma de evadir la ansiedad o el estrés, pero a largo plazo puede ser perjudicial para la salud mental y física.
Es importante tener en cuenta que la ansiedad no es la única causa de los problemas sexuales en las mujeres. Otros factores, como problemas de relación, cambios hormonales y enfermedades físicas, también pueden tener un impacto en la sexualidad femenina.
En cualquier caso, es importante buscar ayuda profesional si este padecimiento está afectando negativamente la vida sexual de una mujer, lo recomendable es asistir con un terapeuta o consejero que pueda ayudarte a manejar la situación y desarrollar estrategias para mejorar la vida sexual.